Ales Steger

Regreso a casa

En la escalera de caracol,
alrededor de las macetas con flores marchitas,
florece la herrumbre.

Las maletas, llenas de ropa sucia
y antiguas preguntas, me hacen tambalear.
como si de umbral a umbral estuviera mudando desasosiego.

Los últimos cuatrocientos kilómetros estuvimos callados.
Ambos ignoramos si también podremos callar
en el silencio de la llegada.

La mirada en el espejo del baño,
de la que había huido tan lejos,
ni por un instante me ha perdido de vista.