Alfonso Chase

Los zapatos

Los zapatos me abandonan. Se van solos
a recorrer calles invisibles. Me contienen
y empujan y me lanzan sobre la posible extensión
de todos los caminos. Algunas veces
soy sólo mis zapatos. El duro cuero
que es su piel me siente. Los suaves cordones
que le aprietan aprietan también mi alma,
que no atiende a escaparse por mis dedos.
Paso a paso construyo mi vida. Zapato a zapato
acumulo la esencia de la muerte. En los zapatos vivo,
me parezco a ellos, tan solos y tan viejos,
y a veces resueno en el chirrido
que se escapa de la suela nueva. Soy mis zapatos
porque en ellos viven mis sueños y suela a suela
con la tierra, aprendo del sabor dulce de las calles
y palpo la piel del mundo por medio del calor
que los abriga. Nadie más fiel que estos zapatos
de cuero simple, de animal que se murió de viejo
para resucitar, callado, por el peso obsesivo de mi cuerpo,
por el sudor que se empoza en la cárcel tibia
de mis pies. Nadie más fiel y mudo que los zapatos
y nada más suave y bello que este caminar
de los pies, amando siempre a sus zapatos.

(De Los pies en la tierra)